Petronila , la mejor amiga de Maín, nos cuenta ...

 

Hola mi nombre es Petronila. Madre Mazzarello, Maín, como yo siempre la llamaba, fue mi amiga del alma. Nos conocimos en la puerta de la Parroquia. Yo solía ir muy temprano para escuchar la misa y Maín también. Todas las mañanas nos veíamos, pero nunca nos habíamos dirigido la palabra. 

Un día Maín, se acercó a mí y me dijo que porqué nunca le había pedido que rezábamos juntas mientras que esperábamos a que se abriera la puerta. 

Fue así como comenzó nuestra amistad. Podría contaros muchas cosas de nosotras, de todo el tiempo que estuvimos juntas, pero hoy os quiero destacar una que nos marcó para siempre y que dio inicio a nuestra gran aventura salesiana.

Un día, estando Maín aún convaleciente de su enfermedad del tifus, salíamos de la Parroquia y ella me llevó por un camino poco frecuentado, llamado de los huertos. Y me dijo:

Oye, a mí me parece que el Señor desea de nosotras que nos ocupemos de las niñas de Mornese. Mira, tú no tienes fuerzas para trabajar en el campo. Yo después de la enfermedad tampoco. Las dos sentimos un vivo deseo de hacer bien a las jóvenes.

¿No te parece que si supiéramos coser podríamos conseguirlo? Yo estoy decidida a aprender el oficio de modista, ven tú también conmigo. Si aprendemos a coser, podremos abrir un pequeño taller de costura para las chicas que salgan del colegio a los 12 o 13 años y que andan por el pueblo sin hacer nada. Pero lo esencial, no lo olvides, será enseñarles a conocer y a amar a Dios.

Y siguió diciéndome: Te voy a confiar un secreto, he visto muchas veces una gran casa llena de chicas y he escuchado una voz que me decía “a ti te las confío”.

Yo la miré asombrada. Al principio me costó decidirme, pero finalmente le dije que sí. Que contara conmigo. 

¿ Qué es lo que más valoras de tus amistades ? 

Hoy no dejes de decirles porque son tus amigos y les quieres tanto.

FELIZ FIN DE SEMANA