Buenos días, del evangelio del domingo... III DOMINGO DE CUARESMA.
"Jesús, fatigado del camino, se había sentado junto al pozo. Era la hora del mediodía. Una mujer de Samaría fue a sacar agua, y Jesús le dijo: «Dame de beber»." (Juan 4, 6-7)
Explicación : Desde siglos ya venía la enemistad entre los judíos y los samaritanos; por eso, cuando vieron a Jesús hablando con una samaritana se extrañaron mucho y se echaron las manos a la cabeza. Pero Jesús, al hablar con la samaritana, les enseño al resto que para amar y adorar a nuestro Padre Dios, no hace falta ni se requiere un templo especial, porque Dios se encuentra en el fondo de nuestro corazón. Recuerda que con él todo es mejor, y no debemos eyiquetar al otro, sino entregar a los demás lo mejor que tenemos abriéndonos sin prejuicios. Feliz semana. María, Auxilio de la humanidad, ruega por nosotros.
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