22 de Enero
Señor Jesús: Tú que concediste a Laura Vicuña la gracia de ofrecer su vida por la salvación del alma de su propia madre, concédenos también a todos nosotros la gracia de obtener buenas obras, la conversión y salvación de muchos pecadores. Amén.
El Papa Juan Pablo II la declaró Beata en 1988.
Ella llamó al colegio “mi paraíso”, ya que allí Las Hijas de María Auxiliadora la educaron con el amor del Sistema Preventivo de Don Bosco y ella fue creciendo en amistad con Jesús, llena de caridad hacia sus compañeras y fiel a sus deberes cotidianos.
Que chulo
ResponderEliminarQué importante es crecer junto a Jesús y cada vez ser más amigos, ser agradecido con las personas que nos rodean y con el mundo que se nos regala cada día.
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